sábado, 26 de julio de 2014
Harvey en el corazón.
En chino al cuerpo también se le conoce como microcosmos y el corazón es identificado con el elemento fuego (Sol).
El gran médico William Harvwey, descubrió en el siglo XVII que el flujo de sangre por el cuerpo (ese que cientos de años antes médicos chinos reseguían en su hermanamiento con el qi) se realizaba en un circuito cerrado, donde el papel de bombeo correspondía a un órgano maravilloso, el corazón, que denominó “sol del microcosmos”.
¿Simple coicidencia terminilógica? En cultura (como en política) las coincidencias no existen.
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¿Quizá el médico inglés conocía el "qi" chino? Pues yo también me inclino a pensar que eso del "sol del microcosmos" no es coincidencia, si no más bien un concepto atávico; lo más valioso del mundo exterior (el sol) enlazado a lo más valioso del mundo interior (el corazón) :-)
ResponderEliminarLas líneas fuerza culturales discurren de una forma curiosa. Por otro lado, nos sorprenderían el devenir de los contactos entre China y Europa y los que alumbraron los mismos. Te recomiendo el maravilloso libro de Jonathan D. Spence, La pregunta de HU, editado por la Universitat de Valencia, donde se narra la historia de John Hu, un converso al catolicismo de Cantón, que entró al servicio del Jean-François Foucquet, misionero jesuita francés, como traductor y sirviente. Foucquet lo llevó consigo a su regreso a París en 1722, pero el extraño comportamiento de Hu en el extranjero motivó su reclusión en un asilo para enfermos mentales. Estamos curiosamente en las mismas coordenadas espació temporales que Harvvey. Especulemos: ¿llegaría a conocer Harvey a Hu? Ahí lo dejo.
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