Hago un experimento conmigo mismo. Me reto a definir algo que no puedo definir por definición: la cultura china. Se me ocurren dos formas incluso de llevar la simulación al extremo: una en positivo, otra en negativo.
En positivo. Aproximarme a una cultura por pura sugestión. Agarrándome a las dos o tres palabras que de forma inesperada irrumpen en el buzón de mi mente... las siguiente palabras: algo inconmensurable y esponjoso. Lo primero porque entre por el cabo cultural que entre, éste me va a llevar a una parte inesperada del ovillo general. Da igual que sea navegando por el Yangtze o tomando té de trigo, deslizándome por la terracota o la cerámica, viendo car la lluvia de estío en un rincón de Cantón, oliendo la tinta negra o rodeando el arco iris petreo de Danxia. El laberinto que empieza pero no acaba. Llegado el caso lo de menos es elegir el cabo, lo de más, tirar de él con fuerza y no soltarlo. Y esponjoso porque todo concuerda, todo se adapta, todo fluye y se hace mejor. Creedme no sé explicar, tan sólo trasladar a la letra lo que siento sin saber.
En negativo. Acotar una cultura de fuera hacia dentro utilizando las preguntas que solo son capaces de generar la propia. Acordonar, balizar, delimitar por indagación como si fuera un cuerpo recien asesinado. Objeto de forense. ¿Qué dice la cultura china de lo que es el provenir? ¿Y el pasado? ¿Qué significa para ella el transcurso inalterable del tiempo? ¿Qué es ganar y perder en ella? ¿Y pervivir? ¿Qué importancia le atribuye esta cultura a la paciencia, a la tolerancia, a la inexperiencia? ¿Con cuántos valores se adorna y se perpetúa? ¿De qué hace depender el bienestar de quien se construye desde ella? ¿Hasta que punto se confirma en cada uno de los infinitos matices en los que se dispara? ¿Dónde reside su punto de fuga? ¿Hasta que punto sirven para orientarse en ellas las parejas de contrarios en los que yo varón, occidental, de mediana edad, me fundo: bueno/malo, individual/colectivo, blanco/negro, moderno/antiguo, material/inmaterial...? ¿Como nos cuestionamos a nosotros mismos desde ella?
De algún modo lo que voy buscando se parece a una cámara estenopéica. Lo que "quiero" ver de la cultura china no es sino la imagen invertida de ella misma que se forma al pasar por un pequeño agujero (mis ojos) en la habitación oscura de mi cerebro. No en vano ya nos puso sobre la pista el filósofo chino Mo-Ti en el siglo V a.C. cuando llamó a esta cámara oscura “la habitación de tesoro encerrado”. ¿Tendré entonces que buscar en mi interior?
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